Cuando concí a Pablo me pidió que fuera su fotógrafo, fue un gran orgullo ya que Pablo también es fotógrafo, lo que le da a mi compromiso mas responsabilidad. Luego me cuenta que Carolina perteneció al seleccionado nacional de patín de carrera y se iban a casar en patines...
Fue increible ver tal fuerza de espíritu y de condición física. Caro, así como su cortejo de pequeñas patinadoras, rodaron desde Pedro de Valdivia hasta nuestro querido Cerro San Cristobal.
La subida fue como una carrera, el sprint final hizo del momento algo mágico y emocionante.
Compartir con ellos en la Plaza Gabriela Mistral fue revitalizador, escuchar la palabra, los mensajes y las enseñanzas fue inspirador.
Sin duda .... dificil olvidar una boda sobre ruedas....

























